miércoles, 8 de enero de 2014

El diseño y los dilemas detrás de los grifos

¡¡Hola a tod@s!!

Os parecerá una nimiedad, los grifos, un objeto cotidiano que tenemos en casa. En los lavabos, el fregadero, las duchas... También en oficinas, colegios, universidades, centros comerciales, aviones. En todos estos lugares y muchos más podemos encontrar grifos, y cada uno suele tener una apariencia e incluso funcionamiento diferentes al anterior.  
Aparentemente no es un gran dilema el funcionamiento de un grifo pero en ciertas ocasiones pueden causar situaciones de lo más incómodas. ¿No me creéis? Imaginaros que os levantáis por la mañana en un hotel, hoy tenéis que dar una charla ante algunos empresarios y ejecutivos y has de ir deslumbrante. Nada mejor para despertarse y quitarse las legañas que una buena ducha. Pero ahí empieza el problema. El grifo no es como el de tu casa. Los mandos son extraños y no tienes ni idea de como controlar el agua. ¿Cómo consigo la cantidad de agua que quiero? ¿Cómo ajusto la temperatura? ¿Cómo hago que el agua salga por la alcachofa?. Esto puede llegar a acabar con tu paciencia cuando tienes prisa. La situación puede ser aún más interesante si ya te has enjabonado el pelo y necesitas aclararte y tienes que encender a tientas el grifo porque te ha entrado jabón en los ojos y escuece. Esta no es forma de empezar un día...

Por suerte poco a poco, en teoría, los grifos han ido mejorando para evitar estas situaciones incómodas. Básicamente todos ellos tienen en común dos problemas: Controlar la cantidad de agua y el control de la temperatura. Veamos las soluciones al problema que se han ido proponiendo que han intentado solucionar al problema.

Veamos primero los grifos más tradicionales, los que hemos visto la mayoría de nosotros y aún podemos encontrar en muchos sitios. Aún, por requerimientos técnicos, necesitábamos dos controles, uno para el agua caliente y otro para la fría. Según lo que abriéramos uno u otro permitía salir una cantidad concreta de agua caliente o fría. Nosotros con pericia habíamos de conseguir regular las cantidades de ambos hasta conseguir la cantidad adecuada. Parece sencillo pensar como usamos el de casa o uno tradicional, pero en realidad sabemos como usarlos porque se han unificado ciertos criterios para no volver loco al usuario. Por ejemplo, en la mayoría de ellos, la manilla de la izquierda es la caliente y el de la derecha el frío (nos lo suelen recordar con algún distintivo o pegatina). Así para abrir el grifo hemos de girar en el sentido del reloj y para cerrarla lo haremos en sentido anti-horario. Sin embargo, no siempre se hace así, en Inglaterra esto no es una convención totalmente cierta, al igual que en Estados Unidos. Al igual en algunos grifos el diseñador a posta a alterado el giro para que sea simétrico a usuario, por ejemplo, que para abrir el caliente (izquierda) el giro sea horario y para abrir el frío (derecha) sea anti-horario. 

Posteriormente nos encontramos con un diseño que unifica todos los controles. En este caso la temperatura se regula de izquierda a derecha y el flujo subiendo o bajando el mando. No está nada mal, hemos mejorado. Ahora podemos saber a simple vista la cantidad de agua caliente/fría que estamos usando en función a la posición del grifo. Cuando está en horizontal es fácil de ver y de usar. Sin embargo si lo ponemos en vertical, algo común en fregaderos, las cosas se pueden complicar. 
Parecía que el problema estaba resuelto... hasta que los diseños buscaron una mayor delicadeza y elegancia puede que olvidando lo practico. Hoy en día podemos encontrar grifos tan novedosos, tan estéticos e increíbles que apenas sabemos como usarlos. No nos olvidemos que en teoría un buen diseño es aquel que no requiere instrucciones. En el caso de un grifo es un caso claro de que cada usuario no ha de precisar de instrucciones para saber como accionarlo. (Imaginaos que en un centro comercial, aeropuerto, hotel, que solo vamos a pasar unas horas o días nos hiciera falta leer alguna nota explicativa de como usar el lavabo, resultaría ridículo).



Por ejemplo en este podemos identificar fácilmente dos pulsadores. ¿qué hacen? ¿Uno controla la cantidad y el otro la temperatura? Si es así, el de flujo pudiera ser que al apretarlo más deje caer más agua pero con la temperatura ¿como sería?





Con estos ya he tenido que lidiar. Su movimiento no es el tradicional, sino que tu giras una esfera: arriba es la cantidad de flujo e izquierda y derecha la temperatura. El problema es que no dejaban regular con precisión dado que los movimientos que permiten son pequeños. 


Estos son específicos para duchas, no los he visto en otros dispositivos. En este caso se pueden girar los extremos. El derecho regula la temperatura, la cual fijas a la que tu deseas. El izquierdo regula el flujo del agua, y a pesar de que lo use a diario, sin tenerlo en mis manos no puedo decir hacia qué lado es para abrir y cual cerrar. Si yo misma que lo uso a diario no lo sé imagináos aquellos que lo usen por primer vez en un hotel. Además correr el riesgo de confundir el de volumen de agua con el de temperatura, pudiendo quemarse o helarse de frío. Cosa nada agradable si te acabas de levantar y hoy tienes que ir espléndido a una charla. 

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