¡¡Hola a tod@s!!
A pesar de que siga de exámenes ando un poco más liberada ahora por lo que volveré a escribir a diario. Gracias por el apoyo y comprensión en estos días de parón. Dicho eso, vuelta a la carga, y un reinicio con aire floral.
Hace tiempo ya os presenté a un autor japonés atrevido y reivindicador: se trata de Masanori Umeda. Los diseños que os traigo hoy son dos propuestas suyas para sillas que han causado furor, hay quien las adora y quien "no pondría eso en casa ni a tiros". ¿Qué opináis vosotros?
Os presento la silla Getsuen, la silla inspirada en la flor kikya (campanilla china). Aunque aparentemente el fuerte de esta silla sea su belleza exterior el interior es una obra de arte de la ingeniería. En el interior tiene una trama metálica que la sujeta, la espuma poliuretano le da el confort esperado. Su forro es de terciopelo rojo cosido con esmero, tanto que la firma Edra la define como una pieza de alta costura. Su hermana, Getsuen Diamond deslumbra con su tejido negro con incrustaciones de cristales que le da ese brillo especial.
Como es habitual en Umeda con su diseño quería transmitir algo más que belleza. Con todas sus obras muestra el conflicto nuevo-viejo, oriente-occidente, naturaleza-industrialización. Y con esta silla quería hacer llegar su mensaje al mundo. Siendo consciente de la expansión de la industrialización quiso hacer una silla con un motivo natural para recordarnos que debemos "amar a las criaturas y a la naturaleza" También explica que "la moderna industrialización de occidente ha dado prioridad a la función y a la efectividad, y ha destruido la hermosa naturaleza". Para hacer más visible este contraste en la punta de los pétalos inferiores incorporo unas pequeñas, pero visibles, bolas metálicas. A su vez apostaba por el uso de los nuevos materiales aunque siempre había lugar para las técnicas más tradicionales.
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