¡¡Hola a tod@s!!
Sí, sí. En ti estaba pensando. Ya sabéis que antes de que un producto nazca ya estamos pensando en el usuario, en qué necesita y demás... pero cuando el proyecto ya está pensado no nos olvidamos de vosotros, para nada.
Cuando se está desarrollando el producto se acaba de decidir el "target group", es decir, el consumidor objetivo. Hay que decidir dónde se venderá el producto: grandes superficies, tiendas especializadas... o puede que por internet. También como ya os dije hay que decidir el nivel de calidad de producto. Con todos estos datos podremos ir concretando el precio de nuestro producto, que ha de coincidir con lo que el target group esté dispuesto a pagar. Pero el precio también nos puede "engañar". Puede que un producto nos llame la atención por su elevado precio. Una reconocida empresa de productos de alta gama decidió bajar sus precios para llegar a más público. Para su sorpresa, fue lo contrario, los precios descendieron. Parte del encanto de algunos productos radican en su precio.
No solo saben cuanto estamos dispuestos a pagar, sino que saben mucho más de lo que creemos. Además se hacen pruebas con prototipos. Un producto ha de ser atractivo visualmente, pero eso nos puede parecer lógico. No solo es la vista lo que buscan perfeccionar, también se perfecciona el olor, el tacto, puede que el sabor. Nunca se sabe que juguete puede acabar en la boca de un niño, así que si sabe bien... mejor. Si os acordáis la semana pasada os comenté la existencia de una plastilina sin gluten. Otro sentido que se cuida es el del oído. Es sabido que el sonido de una marca concreta de motos es diferente al de otras. Incluso si os fijáis, el sonido de abrir una lata de un refresco puede ser diferente al de una Coca-Cola, quienes han estudiado hasta el sonido de abrir una lata.
Pero claro... todo eso no lo vemos si no compramos el producto. Pero hay muchos productos en el mercado. Cuando vamos al supermercado a por unos cereales no tenemos 10 tipos... sino que nos encontraremos muchas más. ¿Qué nos hace decantarnos por uno u otro la primera vez? Los envases se encargan de que nos enamoremos a primera vista del producto. Unos colores llamativos, unas letras sugerentes, o no, puede que un diseño simple y colores sobrios sean lo que buscamos. Una posición concreta dentro del supermercado también puede ser un arma poderosa. Saber qué zonas miramos primero según andamos por el supermercado podemos situar mejor nuestro producto. Porque muchas veces si te ven... puede que no te olviden.
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