viernes, 25 de julio de 2014

La naturaleza tiene la solución - El velcro.

¡¡Hola a tod@s!!

La naturaleza ha inspirado a cientos de ingenieros, inventores, o simplemente observadores, para crear soluciones a problemas cotidianos. Uno de los casos más ampliamente conocido es el velcro. 

Viajemos atrás, al 1941. Las prendas se sujetan principalmente con botones, aunque ya existe en el mercado la cremallera. Sin embargo, Georges de Mestral se inspiró en la naturaleza para crear uno de los medios de sujeción de prendas más cómodos, rápidos y sencillos. 


La idea se le ocurrió un día mientras paseaba con su perro por el monte. Al regresar a casa, se dió cuenta que tanto él como su perro tenían semillas de cardo alpino. Asombrado, miró una muestra por el microscopio encontrando que las semillas tenían cientos de garfios minúsculos que se enredaban enseguida con cualquier cosa que entrase en contacto. Esto se suele dar a menudo entre las plantas, ya que así aseguran el transporte de estas semillas al adherirse a animales o personas. 


Partiendo de esta idea creo la marca Velcro que proviene de mezclar las palabras francesas velours (terciopelo) y crochet (gancho). El velcro se compone de dos tiras, una en cada una de las superficies a unir. Una consta de miles de ganchos diminutos mientras que la otra es un hilo de plástico fino que crea bucles. Al juntar ambas, los ganchos se enredan en la red de hilo. Si se desea separar solo se ha de tirar con energía. Sus usos son extensos: desde ropa y zapatos hasta los trajes de los astronautas. Es un sistema de mucha fiabilidad y duración. No se ve deteriorado por el agua u otros factores y es cómodo y rápido de usar. 

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