Sí, sí, habéis leído bien. Peugeot, igual que los coches. ¿Coincidencia? No lo creo... en realidad tuvieron un origen común.
En el 1810, los hermanos Peugeot decidieron dedicarse a la creciente industria de los metales. Desarrollaron diferentes productos como sierras, muelles y otras herramientas conocidas por ser de gran calidad. Además lograron que sus exportaciones rebasaran las fronteras y llegaran a países como Turquía. Crearon el primer molinillo de café y obtuvieron diversas patentes. Así el reino del león crecía cada año.
Fue en el 1874 cuando apareció el primer molino de pimienta. Se trata del modelo Z, el más conocido y extendido que se puede seguir encontrando hoy en día, del cual se estima que vende dos millones anuales. Se asoció la potencia de sus filos de fundición con el mordisco de un león. Ese poder era prácticamente indiscutible y sigue siéndolo. Sus formas son fácilmente reconocibles a la par que pensadas para el cómodo manejo del usuario.
Se produjeron otros modelos como el Y, que era transparente, el Bijou inspirado en el Z... Esta misma casa desarrolló en el 1980 su primer coche a gasolina que evolucionaría hasta los que conocemos hoy en día.
Desde entonces el molino de pimienta y los otros utensilios se han seguido desarrollando a la par que el coche. Todos habremos visto alguno de los diversos modelos en nuestras casas o restaurantes. Los hay eléctricos y manuales, de un diseño tradicional o moderno... En el 2010 Peugeot celebró su bicentenario, dejando atrás muchos inventos, patentes y un gran renombre, Se trata del imperio del león.
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