martes, 19 de noviembre de 2013

Ganadores que apostaron por el campo de la salud - James Dyson Award

¡¡Hola a tod@s!!

Ya tenemos a los ganadores del prestigioso premio James Dyson Award. El objetivo del concurso era encontrar un diseño que satisfaciera una necesidad, sin importar el campo, los materiales... El ganador o equipo ganador recibió un premio de 30.000 Libras y su universidad 10.000. Los otros dos finalistas ha recibido un premio de 10.000 libras. 

El ganador: Titan arm de un equipo de estudiantes de la Universidad de Pensilvania.

Se trata de un exoesqueleto para el brazo que aumenta la fuerza humana. El diseño surgió ante la necesidad de tener una mayor fuerza física para algunos trabajos así como los casos donde se están realizando rehabilitaciones tras un accidente. 
Los ganadores se dieron cuenta que en los trabajos donde se levantan grandes cargas es frecuente que surjan lesiones en los trabajadores. Por otro lado a la hora de rehabilitar un musculo o articulación es bueno tener una ayuda al principio hasta que los músculos recuperen su fuerza. A su vez, las personas que hayan sufrido de daños mayores podrán seguir una vida normal gracias a este brazo titánico. 
Titan Arm

Pero no solo la idea le ha hecho un diseño ganador, lo que le ha alzado entre los demás ha sido sobretodo lo "barato" que es. Los exoesqueletos existentes son muy caros, sus precios son totalmente inalcanzables para nosotros. Uno de los objetivos que se planteó este grupo fue que este exoesqueleto pudiera estar más al alcance de todos, incluso incluido en algunos seguros médicos. Esto se debe sobretodo a que esta fabricado con aluminio. Su prototipo rondó los 1500€ y esperan que el precio si sale al mercado no supere los 2000€. 
El propio James Dyson dijo sobre el proyecto: “TitanArm es obviamente un diseño brillante, pero además, el hecho de que se hayan utilizado técnicas de fabricación modernas, rápidas y baratas, hace que el proyecto sea aún más convincente”.



Finalistas: 
Mano protésica de Hiroshi Yamaura.

Gran parte de las piezas de esta mano han sido fabricados con una impresora 3D. Al igual que el grupo anterior logró reducir costes con el uso de tan solo un Smartphone para calcular los impulsos eléctricos en la superficie de la piel. 
Handie

Cortex: La escayola hecha con impresora de 3D.

En este caso el éxito radica en renovar la escayola de toda la vida. En el caso de necesitar una, se nos escaneará la zona deseada y se imprimirá esta escayola con una impresora de 3D. Con ello logramos que se adapte perfectamente a nosotros. A su vez, esta escaayola requiere menos material, se fabrica con plástico reciclable y ventila, logicamente, mucho más que las tradicionales al mismo tiempo que se puede mojar.

Cortex


Para mucha más información de cada proyecto que ha participado: http://www.jamesdysonaward.org/

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