lunes, 25 de noviembre de 2013

La obsesión de los diseñadores

¡¡Hola a tod@s!!

En más de una ocasión mis amigos y conocidos me han hecho una extraña pregunta ¿qué tenéis los diseñadores con las sillas?. Esto se debe a que la mayoría de los grandes diseñadores nos han legado una silla (o más). 
Pero... ¿Por qué sillas? ¿Qué tienen las sillas que no tenga, por ejemplo, una mesa?

Charles Ray Eames dijo:

" Las conexiones, las conexiones. al final son esos detalles los que dan vida al producto"
"A la larga todo está conectado: la gente, las ideas, los objetos, etc.; la calidad de las conexiones es la clave de la calidad."

La silla es considerada el objeto que más conexiones puede crear y facilitar, es por ello que tiene tanta popularidad entre los diseñadores. Muchas sillas han sido el estudio de años de vida, un éxito en la carrera de un diseñador, una obra de arte cotidiana. El éxito depende de la calidad y de si el diseñador ha logrado crear una conexión entre la necesidad que quiere cubrir y la propia silla. 
Una silla habla. Viendo los materiales de la misma, la forma en la que fue fabricada, el estilo y con un poco de perspicacia podemos saber de que época fue, si había o no bonanza económica e incluso si había guerras. Como dijo George Nelson en 1953:

"Toda idea verdaderamente original -toda innovación en diseño, toda nueva aplicación de materiales, toda invención técnica para mobiliario- puede encontrar su principal expresión en una silla."

Una silla, aunque parezca un objeto simple, requiere mucha atención y trabajo de diseño. Ha de seguir unos cánones estéticos, simbólicos y, sobretodo, desarrollar un gusto propio. Al mismo tiempo son capaces de definir un estatus social, o simularlo, unos ideales o movimiento artístico. En muchas ocasiones esta función estética prevalece sobre la idea funcional del producto. Es un objeto pensado para ciertos periodos de tiempo y propósitos muy concretos (no es lo mismo la silla de la oficina que la del comedor). Una silla ha de soportar sin problemas el peso del usuario, pero no puede pesar demasiado y que una silla se tiene que poder mover. Conseguir que el usuario esté cómodo durante mucho tiempo es uno de los mayores problemas de una silla. Por mucho que se ablande el asiento, a la larga, la presión de los huesos sobre las nalgas se acaba notando, produciendo una incomodidad que irritará al usuario que cambiará de postura. Es por ello que un buen asiento a de permitirnos variar de postura con facilidad. 

A pesar de que existan casi infinidad de sillas diferentes, existen diseños que marcaron un antes y un después: Wassily de Breuer, Paimo de Alvar Aalto, todas las sillas de los Eames...Todas ellas tienen una esencia propias y además lograron un avance en el uso de los materiales de los cuales están hechas.  
No han sido pocos los arquitectos que han sucumbido a los encantos de las sillas. Muchos arquitectos de renombre tales como Mackintosh, Wright, Aalto, Rietveld... Todos ellos encontraron en la silla una forma fácil y sencilla de expresar sus ideales arquitectónicos. El arquitecto Peter Smithson dijo: 
"Podría decirse que cuando diseñamos una silla, creamos una sociedad y una ciudad en miniatura, algo que, efectivamente, nunca ha sido más cierto que en este siglo. Tenemos una noción perfectamente clara del tipo de ciudad y de sociedad imaginada por Mies van der Rohe, aunque nunca se pronunció mucho al respecto. No es exagerado afirmar que la ciudad de Mies está implícita en sus sillas"

Estética, funcionalidad, innovación, expresión de uno mismo, sociedad, economía... todo ello a través de un objeto. Es por ello que lo diseñadores tenemos tanto "cariño" a este objeto y por eso mismo les dedicaré los lunes.

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