Vas corriendo a una cita importante, ya sea de trabajo, con tu pareja, o cualquier otra cosa. Si has quedado en un sitio nuevo no es raro que la puerta de entrada suponga una pequeña barrera ya que aunque un cartelito diga "tirar" tu empujarás la primer vez o al revés. ¿A quién no le ha pasado?

¡¡Hola a tod@s!! Hoy os quiero contar como algunas soluciones de diseño han hecho que no sean necesarios cartelitos para que podamos abrir una puerta a la primera (Donald A. Norman siempre explica que el buen diseño es aquel que no necesita explicaciones, carteles o indicaciones de funcionamiento). ¿Cómo se puede aplicar esto a algo tan simple como una puerta? sigue leyendo.
Primero fijémonos en el objeto de estudio: la puerta. Primero tenemos que saber hacia dónde se abre la puerta, es decir si tenemos que tirar o empujar. Por otro lado hay que mirar donde está el eje de giro (aunque sabemos que será el contrario a dónde esté el pomo, pero hay ocasiones en las que no es tan fácil saberlo). Pero el problema cambia radicalmente si la puerta es corredera, teniendo que pensar ahora solo hacia qué lado irán las puertas. (También existen puertas giratorias, en este caso el usuario no tiene mas remedio que empujar la puerta, o seguir su ritmo, hasta llegar al otro lado).

Un elemento que ayuda mucho al usuario es el pomo. Como ya hemos dicho antes en muchos casos ya, solo por su disposición, nos indicará por dónde efectuara el giro la puerta. Ahora, con un poco de ingenio por parte del diseñador, se puede solucionar el problema de tirar o empujar. Si nos fijamos en las puertas de los coches, solo podemos tirar, ya que por la forma en la que tenemos que colocar la mano resulta imposible empujar. Esto, volviendo a las puertas tradicionales, se puede traducir en una adaptación del pomo para la forma en la que usuario ha de actuar. Si el pomo es corto y vertical invitará a tirar, si es largo y horizontal será más adecuado para empujar. Incluso hay algunos que mejoran el anterior ya que en el caso del vertical también podemos tirar con facilidad, aunque no era lo buscado por el diseñador. Como para empujar no nos hace falta nada simplemente podemos preparar una superficie para ser presionada y así abrir la puerta.

Aunque parezca tema de poca importancia esto es aplicable a los casos de mayor necesidad. Si os fijáis bien en las puertas de emergencia todas ellas están diseñadas para que haya que empujar, haciendo que la puerta no estorbe en el momento de salir. Para facilitarlo, se han creado pomos especiales. La mayoría de ellos son largos y horizontales. Los más reconocidos son unos que son una simple barra curvada, pero tiene el problema de siempre: al ser una puerta simétrica no sabemos hacía donde girará y con el pánico puede ser un problema fatal. Por ello se ha desarrollado otra solución que es un elemento horizontal que se ha de presionar en la zona en la que más sobresale, por lo que se puede presionar mientras se corre y visualmente sabremos hacia dónde girará la puerta.


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